La banda del Capitan Corneta.

Señor lector, como esta uste. Le sorprende leerme tan pronto? Sí, es ke me paso algo ke keria compartir con uste. Le cuento ke en este último tiempo me he embarcado en el universo paralelo del rock chileno, aunque para serle sincera, en un principio lo mire con recelo. Tenía esa sensación de estar presenciando el hobbie de un montón de cabros pasándolo bien en el escenario, con sus mamis y papis y amigos más cercanos haciendo de público entusiasta. Culpo de esto a mi mente comercialmente obstruida que repetía cada vez esto-no-es-en-serio. Sí, hay excelentes músicos, pero…él podría ser mi vecino, ke tiene eso de rockstar? Lo bueno de todo esto, es ke no faltaría mucho para ke el mismo rock chileno me pegara una patada voladora en la cabeza.

El martes tuve el agrado, el placer, de ver a la banda del capitán corneta en acción, después de, según supe, harto tiempo fuera de las pistas. Desde donde estaba podía ver al público, una cantidad considerable de mamis, papis y amigos más cercanos. Cuando la música empezó a sonar, la reacción de la gente fue clara, increíblemente cálida y relajada. Y en ese momento mi mente obstruida entendió todo. Sí, todos eran familia, una gran gran familia, donde la sensación de estar mirando al vecino tocar la guitarra era la mejor sensación del mundo, porke es eso, la cercanía, el saberse representado, el poder sentir el mismo orgullo ke siente la banda cuando nosotros coreamos sus canciones lo ke hace ke este universo paralelo te llene por completo. Los sonidos se sienten propios no porke escuches el disco mil veces, si no porke son creados por personas ke viven tu misma realidad. No vienen a mostrarte su último trabajo, no vienen a ke los alabes ni a sentir la energía ke puedes entregarle, están ahí siempre, siendo uno más, elevando su voz para ke eleves la tuya. Aki no cabe el fanatismo ni la idolatría, esto es creíble, esto es real y transparente, y la banda del capitán corneta me demostró ke todos somos hijos del blues, y hey!, por fin entendiste, bienvenida a la familia.
Por mi parte seguiré metiendo la nariz en el circuito abierto de la música chilena y con todo el derecho del mundo le invito a ke lo explore también y entienda, como yo, ke al final de cuentas, la vida es rock.

Abrazos para usted!! y espero verlo por ahi, en alguna tocata.